miércoles, 4 de agosto de 2010

Tipos de adiestramiento

En los últimos años ha surgido con fuerza lo que se conoce como adiestramiento en positivo.

Aunque su definición puede variar algo según el autor o profesional que consultemos, podemos decir de forma resumida que se trata de un tipo de adiestramiento que se centra en el empleo de reforzadores positivos, es decir, de todo aquello que podemos ofrecer al animal para que la frecuencia de aparición de una conducta aumente (estos reforzadores son los premios).

También es útil en esta forma de trabajo el empleo de castigo negativo (retirada de un estimulo agradable), efectivo para disminuir una conducta que está teniendo lugar. Y de marca de ausencia de respuesta, que algunos autores consideran como un castigo negativo.

Sea como fuere, lo que podemos decir con certeza es que el adiestramiento en positivo se caracteriza por minimizar el empleo de castigo positivo (lo que de forma general entendemos por castigo: tirón de la correa, golpes, collares de descargas...) o en algunos casos llegar a descartar completamente su empleo en el adiestramiento y educación.

Mi opinión personal y como especialista en comportamiento me hace recomendar encarecidamente la busqueda de profesionales que empleen este tipo de adiestramiento por las ventajas y efectividad del mismo. No quiero con ello decir que el adiestrameinto convencional no sea efectivo ya que lo es, pero este tipo de adiestramiento tiene en cuenta no sólo los objetivos finales (la resolución de los ejercicios), sino que se preocupa del equilibrio emocional del animal y manteniendo o mejorando la relación y el vínculo entre el propietario y su mascota, mientras que las técnicas convencionales pueden, en algunos casos, degenerar en problemas de conducta serios.

Encontrareis muchos artículos sobre el empleo del castigo. Lo cierto es que el castigo bien empleado: en el momento e intensidad adecuada puede ser muy efectivo y no lo podemos descartar como una herramienta en el aprendizaje, pero debemos intentar emplear otras herramientas con un valor real, es decir, que permitan que el animal aprenda y no que se cohiba de realizar tal o cual conducta. Tristemente hay muchos propietarios que consideran que muchas de las conductas de sus mascotas son indeseables y el castigo empleado de forma indiscriminada y de forma incoherente puede desembocar en un animal sin ánimo de realizar actividades nuevas o las actividades que realizaba anteriormente (indefensión aprendida), dando lugar a un "perro felpudo", es decir, un perro con valor decorativo.

Es habitual ver en la TV técnicas que hacen entrar a los animales en un estado de indefensión que los bloquea y estresa, pero hay muchos propietarios que desean convivir con un animal en este estado (a estos propietarios debería recomendarse la adquisición de un peluche como mascota y no un ser vivo). Tristemente en nuestro país la TV brilla por su escaso valor pedagógico y así, no contamos con programas en los cuales se enseñe como educar a nuestras mascotas sino que nos enseñan perros agresivos, con problemas de conducta variados pero ninguno nos enseña como evitar llegar a este extremo. También podemos ver programas en los que vemos accidentes de diverso tipo, niños que pegan a sus padres y que los llevan a la TV para intentar solucionarlo, etc.

Sin ánimo de alargarme más ya que es un tema muy controvertido y con una gran diversidad de opiniones. Como conclusión podría decir que tanto el adiestramiento convencional como el adiestramiento en positivos son efectivos, pero siempre que sea posible debe recomendarse evitar el castigo (castigo positivo) por los escasos efectos sobre el aprendizaje y las muchas repercusiones que puede tener sobre el comportamiento de nuestras mascotas (aparición de conductas agresivas, estrés...) y sobre la relación entre ella y su propietario, la cual se puede ver gravemente deteriorada.

A titulo de ejemplo podemos decir que los niños criados en una familia en la cual ven o padeen malos tratos es muy probable que de lugar a un futuro maltratador. De igual forma, está demostrado, que un perro sobre el cual se emplea un castigo de forma indiscriminada es muy probable que desarrolle una conducta aberrante en un futuro (conductas agresivas o de otro tipo). Es importante destacar que el empleo incorrecto de un castigo es muy habitual, siendo realmente complicado realizarlo de la forma adecuada, motivo por el cual se desaconseja.

Hasta pronto.

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